Nuestro sitio web utiliza cookies para mejorar y personalizar su experiencia y para mostrar anuncios (si los hay). Nuestro sitio web también puede incluir cookies de terceros como Google Adsense, Google Analytics, Youtube. Al usar el sitio web, usted consiente el uso de cookies. Hemos actualizado nuestra Política de Privacidad. Por favor, haga clic en el botón para consultar nuestra Política de Privacidad.

Impacto económico de nuevos aranceles en Perú

https://i-invdn-com.investing.com/news/indicatornews_1_800x533_L_1413124982.jpg

El área de exportación en Perú enfrenta un futuro incierto como resultado de los aranceles impuestos por Estados Unidos, lo que impactará considerablemente a las pequeñas, medianas y microempresas del país. De acuerdo con estimaciones recientes, el 92% de las empresas peruanas involucradas en actividades de exportación encuentra dificultades para mantenerse competitivas en el ámbito internacional debido a las tarifas arancelarias vigentes. Esta situación resalta las debilidades de un sector que, si bien es fundamental para la economía peruana, está compuesto principalmente por empresas de menor tamaño que carecen de los recursos necesarios para adaptarse a estos cambios.

La dependencia de Perú en los mercados internacionales, especialmente en Estados Unidos, ha sido una característica clave de su crecimiento económico en los últimos años. El país ha logrado posicionarse como un exportador importante de productos como minerales, productos agrícolas y textiles, que son esenciales para la economía. Sin embargo, el impacto de los nuevos aranceles podría alterar drásticamente este equilibrio, afectando tanto la capacidad de producción como la competitividad de las empresas locales en comparación con productores de otros países.

El principal desafío es que las empresas de tamaño pequeño y mediano carecen de la estructura o el capital necesario para asumir el impacto de los aranceles. Estas organizaciones dependen en gran medida de la exportación para seguir operando y mantener sus niveles de producción. No obstante, los impuestos adicionales sobre los productos peruanos pueden causar un alza en los precios, lo que podría resultar en una disminución de la demanda en mercados clave. Además, los competidores de otros países con aranceles más bajos o acuerdos comerciales ventajosos pueden aprovechar esta situación para aumentar su participación en el mercado, disminuyendo así las oportunidades para las empresas peruanas.

El impacto de estas medidas es especialmente grave para los sectores más vulnerables, como la agroindustria, que representa una gran parte de las exportaciones del país. Productos como frutas, vegetales, y otros alimentos procesados podrían verse seriamente afectados. Este sector ya enfrenta desafíos adicionales, como las fluctuaciones del clima y la escasez de mano de obra especializada, lo que hace aún más difícil adaptarse a las presiones externas derivadas de los aranceles.

Aunque la situación es crítica, los organismos gubernamentales todavía no han adoptado acciones contundentes para reducir el efecto de los impuestos sobre las empresas pequeñas y medianas. El ámbito empresarial ha solicitado la intervención del gobierno para dialogar con Estados Unidos y buscar la manera de detener o disminuir estos impuestos, lo que podría auxiliar a las empresas a mejorar su competitividad. No obstante, las conversaciones sobre comercio internacional son difíciles y no está claro si se alcanzarán acuerdos favorables para las compañías peruanas en el futuro cercano.

Una posible solución, aunque a largo plazo, sería diversificar los mercados de exportación de Perú, para reducir la dependencia de un solo socio comercial. La economía peruana ha comenzado a mirar hacia nuevos mercados en Asia, Europa y otras regiones, pero este proceso lleva tiempo y requiere de una mayor inversión en infraestructura y promoción comercial. Mientras tanto, el sector exportador peruano necesitará adaptarse rápidamente a las nuevas condiciones del mercado, mejorando su competitividad a través de la innovación, la eficiencia en la producción y la búsqueda de nuevos nichos comerciales.

En esta situación, los negocios de menor y mediana envergadura podrían sacar provecho de medidas estatales que impulsen el aumento de su capacidad de producción y el perfeccionamiento de la calidad de sus mercancías, lo cual les facilitaría competir en términos más ventajosos. Esto requeriría una colaboración entre la iniciativa privada y el gobierno para establecer un marco más favorable para las mipymes, proporcionándoles los recursos necesarios para afrontar los retos mundiales.

Por Otilia Adame Luevano

Deja una respuesta

También te puede gustar

  • Desempeño del empleo en el primer trimestre de 2025

  • Innovación empresarial con agentes inteligentes en Guatemala

  • 600 establecimientos bonÀrea en España

  • Persán potencia su liderazgo con Mibelle