La Unión Europea ha propuesto una oferta a Estados Unidos para resolver la actual crisis comercial, derivada de la imposición de aranceles elevados por parte del gobierno estadounidense. La propuesta consiste en reducir a cero los aranceles solo para los productos industriales, una medida que ya se ha implementado con otros socios comerciales y que ha sido recibida como un intento de frenar la escalada arancelaria que amenaza con agravar las tensiones económicas entre ambas potencias.
La líder de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, señaló en una reunión reciente en Bruselas que Europa está abierta a discutir con Washington y ha enfatizado que esta propuesta sin aranceles para productos industriales es una medida que podría ser ventajosa tanto para Estados Unidos como para la UE. La iniciativa fue planteada anteriormente a representantes estadounidenses durante diálogos con el comisario de Comercio, Maros Sefcovic, quien se encontró con altos funcionarios de la administración de Trump, aunque la respuesta inicial no fue favorable.
Von der Leyen reiteró la voluntad de la UE de conseguir un tratado conveniente, aunque también señaló que la Unión dispone de múltiples herramientas para contrarrestar cualquier ataque comercial, abarcando acciones de represalia mediante la normativa de defensa comercial. En este contexto, mencionó que se emplearán todos los recursos disponibles para proteger los intereses europeos, según avance el curso de las negociaciones.
Uno de los elementos esenciales de la iniciativa es su concentración en los productos industriales, un sector vital para las economías de Europa y Estados Unidos. En este escenario, la Unión Europea ha buscado promover una conversación más intensa con Washington, reconociendo la relevancia de minimizar las tarifas que podrían influir en la competitividad de las industrias a ambos lados del Atlántico.
Además de su propuesta particular sobre los aranceles, von der Leyen subrayó la relevancia de diversificar las conexiones comerciales de Europa, apuntando que solo un 17% del comercio global está enredado en el conflicto presente con Estados Unidos. En esta línea, la UE ha aumentado sus actividades para reforzar acuerdos comerciales con otras áreas del planeta, tales como México, Mercosur, Suiza, y naciones en Asia, como India y Tailandia, con el objetivo de disminuir la dependencia de los mercados de EE. UU. y expandir sus posibilidades económicas mundiales.
El enfoque europeo también contempla el monitoreo de los efectos indirectos que los aranceles puedan tener en las cadenas de suministro y el comercio global. La UE ha anunciado la creación de un equipo de trabajo para evaluar cómo las restricciones comerciales afectan a los flujos comerciales europeos y cómo mitigar estos efectos a través de medidas políticas coordinadas con las industrias afectadas.