Los latinos en Estados Unidos representan más que una cifra: son una fuerza cultural y económica que transforma ciudades, tradiciones y la vida cotidiana del país. Con una presencia cada vez más visible, esta comunidad moldea el rostro de la nación y mantiene vivas sus raíces mientras crece demográficamente.
Lejos de ser un grupo monolítico o una estadística fija, la comunidad latina en Estados Unidos es un mosaico de historias, idiomas y generaciones que interactúan y evolucionan constantemente. Hoy, los latinos constituyen aproximadamente el 20 % de la población estadounidense, una proporción que refleja no solo su relevancia demográfica, sino también su influencia cultural y económica. Desde los vecindarios urbanos hasta ciudades emergentes del medio oeste y el sur, los latinos redefinen el paisaje social del país y reclaman su lugar en la narrativa histórica colectiva. Comprender quiénes son, de dónde provienen y cómo viven permite reconocer su impacto y proyectar hacia dónde se dirige esta comunidad creciente.
Numerosos individuos de origen hispano experimentan una profunda conexión con los Estados Unidos, al mismo tiempo que conservan vínculos sólidos con las costumbres de sus naciones de procedencia. La gastronomía, la lengua y las festividades culturales constituyen componentes que persisten a lo largo del tiempo, de acuerdo con sondeos y relatos de más de 120 lectores latinos que colaboraron en encuestas de CNN. Sara Sánchez, de nacionalidad salvadoreña, destaca que su relación con Estados Unidos es robusta debido a las oportunidades que le ha brindado, aunque mantiene la Nochebuena y la Navidad con comidas típicas de su país, como las pupusas, y música folclórica de El Salvador.
De manera similar, otros grupos hispanos conservan costumbres propias de sus raíces. Las arepas son la base gastronómica para muchos colombianos y venezolanos, mientras que los mexicanos siguen disfrutando de pozole, tacos y frijoles a diario. Los nicaragüenses mantienen el gallo pinto como alimento tradicional, y las celebraciones nacionales, religiosas y culturales, como el Día de la Independencia de México, el Día de los Muertos o las fiestas navideñas colombianas, siguen vigentes en hogares latinos. La música, por ejemplo, las gaitas venezolanas en diciembre, forma parte de la identidad cultural que acompaña a estas comunidades.
Variedad de procedencia y ubicación territorial
El número de habitantes latinos en Estados Unidos llegó a una cifra sin precedentes, superando los 68 millones de individuos en 2024, de acuerdo con los datos proporcionados por la Oficina del Censo. Este volumen poblacional excede el de naciones como España o Canadá, posicionando a la comunidad latina como un segmento demográfico de gran relevancia, únicamente superado por Brasil y México dentro de América Latina. Tradicionalmente, los mexicanos han constituido el colectivo hispano más numeroso, registrando 38.9 millones en 2024, lo que representa un aumento respecto a los 35.9 millones de 2020. En la segunda posición se encuentran los puertorriqueños, con 6.1 millones, seguidos por cubanos, salvadoreños y dominicanos.
Es fundamental destacar que, si bien los puertorriqueños ostentan la ciudadanía estadounidense desde 1917, carecen de ciertos derechos inherentes a otros ciudadanos, como el sufragio en comicios presidenciales o la representación legislativa en el Congreso. No obstante, se les reconoce como un componente esencial de la colectividad latina debido a su lengua y legado cultural. Adicionalmente, las poblaciones originarias de Centroamérica y Sudamérica han exhibido una expansión considerable: Colombia y Honduras rebasaron por primera vez el millón de residentes, y la demografía venezolana ha registrado un aumento del 181 % en el lapso de 2010 a 2020.
La población mexicana se concentra principalmente en California, Texas y Arizona, estados donde su presencia ha moldeado la identidad cultural y social. En California, con más de 12,2 millones de mexicanos, surgió en la década de 1960 el movimiento chicano, un esfuerzo por empoderar a la población de origen mexicano y promover su participación cívica y cultural. Los murales chicanos, presentes en barrios de California, Texas y Arizona, reflejan la historia de la migración, la justicia social, la independencia de México y la vida cotidiana, sirviendo como símbolo de resistencia y orgullo.
En términos generales, los estados con mayor población latina son California, Texas y Florida, pero la comunidad también ha crecido en regiones del medio oeste y el sur, áreas históricamente con baja presencia hispana. En California, los latinos representan el 40 % de la población total, mientras que en Texas superan incluso a la población blanca con un 40 % frente a 39,8 %. Florida alberga 6,7 millones de latinos, equivalentes al 28,7 % de su población, consolidándose como el segundo grupo étnico más grande del estado del Sol.
Tradiciones que permanecen y se adaptan
El lazo con el legado cultural perdura con intensidad entre la población latina, incluso para quienes nacieron en territorio estadounidense. Carla Rodríguez, una ciudadana mexicana que ha residido en San Francisco durante tres décadas, subraya que su conexión con México se manifiesta a través de la comunidad latina que la rodea, la oferta culinaria callejera y las festividades ancestrales. Delicias gastronómicas como pupusas, tamales y tacos son accesibles en su vecindario, lo que contribuye a preservar la cocina y las tradiciones de su nación de origen.
Otros casos notables son Clemente López, un hondureño que se deleita con la gastronomía y las melodías típicas de su nación, y Paola Acosta, una colombiana afincada en Florida, que conserva las arepas y el sancocho como elementos esenciales de su día a día. Marabeth Márquez, de origen venezolano, conmemora la Nochebuena y la Cuaresma, manteniendo vivas las costumbres espirituales de su tierra natal mientras vive en los Estados Unidos.
La expansión de la población latina se ha basado tradicionalmente en la llegada de inmigrantes; sin embargo, en la actualidad, los alumbramientos nacionales sobrepasan la cifra de nuevos residentes. Durante el periodo de 2022 a 2023, se contabilizaron 722.000 nacimientos de ascendencia latina, en contraste con 437.000 inmigrantes, lo que consolida una estructura demográfica juvenil, con una edad promedio de 30 años, en comparación con los 39 años de la población global. Este fenómeno fortalece la huella cultural y económica de los latinos, proyectando su impacto a largo plazo.
El balompié como nexo cultural y de identidad
El fútbol es un elemento unificador dentro de la comunidad latina en Estados Unidos. A diferencia de otros deportes que han ganado popularidad, el soccer mantiene un vínculo directo con la identidad nacional de los latinos y su conexión con sus países de origen. Desde 1997 hasta 2023, la posición del fútbol dentro de los deportes favoritos en Estados Unidos pasó del último lugar al cuarto, solo detrás del fútbol americano, béisbol y baloncesto. La audiencia hispana representa la mayoría de los espectadores de fútbol, con un 68 % en 2017, reflejando su importancia cultural.
Entre la población latina, la afición por los clubes de fútbol extranjeros a menudo excede la de los equipos nacionales de Estados Unidos, particularmente entre los mexicoamericanos. De esta forma, el balompié se erige como un idioma universal y un punto de convergencia para colectividades de ascendencia colombiana, mexicana, ecuatoriana, salvadoreña y venezolana. Asimismo, la expansión de la Major League Soccer (MLS) en regiones como California, Texas y Florida se alinea con la concentración demográfica latina, lo que subraya la conexión entre el deporte y la identidad cultural.
Disciplinas deportivas adicionales, como el béisbol y el fútbol americano, han logrado una notable inclusión de la población latina. Cifras de la NFL y Nielsen revelan que 39 millones de individuos latinos eran seguidores de estas actividades deportivas a principios de 2025. Se observó un incremento en la audiencia hispana del Super Bowl, pasando del 10 % en 2016 al 14 % en 2024, y en la Serie Mundial, del 10 % al 15 % en el mismo lapso. Esta involucración ilustra la manera en que los latinos asimilan costumbres estadounidenses sin dejar de lado sus inclinaciones culturales.
La lengua española y el bilingüismo: pilares de identidad y capacidad de adaptación
El español continúa siendo un pilar fundamental de la identidad latina en Estados Unidos. Esta nación ocupa el segundo lugar a nivel mundial en cuanto a la cantidad de hispanohablantes, superando los 57.4 millones, solo por debajo de México. No obstante, a medida que la población nativa del país se expande, la destreza en inglés ha experimentado un incremento: en el año 2022, el 72 % de los latinos mayores de cinco años dominaba el inglés con soltura, en contraste con el 59 % registrado en el año 2000. La proporción de individuos que utilizan el español en sus hogares descendió del 78 % al 68 % en el mismo lapso, lo cual evidencia la asimilación y el ajuste al contexto estadounidense.
El bilingüismo no implica una pérdida de identidad, sino una adaptación que permite a los latinos participar plenamente en la sociedad estadounidense mientras preservan su herencia cultural. Escuelas, medios de comunicación, empresas y comunidades locales promueven tanto el aprendizaje del inglés como la preservación del español, consolidando una identidad híbrida y diversa.
La comunidad latina: un pilar económico fundamental
La aportación de la población latina a la economía de Estados Unidos es notable y está en constante aumento. El Producto Interno Bruto (PIB) generado por los latinos se incrementó de 2.1 billones de dólares en 2015 a 4 billones en 2023, lo que lo posicionaría como la quinta economía más grande a nivel global. Este crecimiento económico no solo se debe al incremento demográfico, sino también a su participación activa en el consumo, la inversión y la creación de nuevas empresas.
Frankie Miranda, de la Hispanic Federation, subraya que la pluralidad y el espíritu emprendedor de la comunidad latina constituyen pilares fundamentales de su influencia económica. Por su parte, Ninoska Sandoval, de origen venezolano, enfatiza que si se valorara la contribución de los latinos, se abrirían más caminos para quienes respetan las normativas y participan activamente en el desarrollo de la sociedad estadounidense.
En la práctica, la comunidad latina ha dejado su huella en ámbitos como la culinaria, el comercio al detalle, la edificación y la innovación tecnológica. Aproximadamente el diez por ciento de los establecimientos gastronómicos en Estados Unidos sirven platillos mexicanos, y el 85 % de las jurisdicciones territoriales disponen de al menos un restaurante de esta índole. Esto evidencia que la población latina no solo preserva sus costumbres, sino que también dinamiza la economía tanto a nivel local como nacional.
La comunidad latina en Estados Unidos es mucho más que una estadística: es un actor cultural, social y económico de gran relevancia. Su crecimiento demográfico, la preservación de tradiciones, la integración del fútbol como símbolo de identidad, el bilingüismo y su contribución económica consolidan a los latinos como un grupo central en el presente y futuro del país. Mientras siguen integrándose y adaptándose, también aseguran que sus raíces culturales permanezcan vivas, creando un legado que combina orgullo, diversidad y participación activa en la construcción de Estados Unidos.
